Los estudios de Derecho en Chile han sido históricamente un reflejo de la cultura jurídica dominante, centrada en la preeminencia de la ley como fuente de derecho y en su interpretación fundamentalmente literal o gramatical. Como consecuencia de ello, la enseñanza del Derecho se ha orientado principalmente a la memorización de conceptos y categorías legales, facilitando la reproducción de una cultura jurídica constituida así en el principal escollo para la innovación en los procesos de enseñanza. La expresión más clara del fenómeno se ha referido al virtual abandono en el aula, por décadas, del análisis crítico sobre el funcionamiento efectivo de las instituciones jurídicas y sobre la praxis del profesional del Derecho.
En los últimos 20 años la cultura jurídica ha experimentado una evolución acelerada en Chile, a partir de cambios en el contexto ideológico, desde el formalismo jurídico dominante históricamente, hacia una vertiente del neo-constitucionalismo que se ha acompañado de cambios institucionales, organizacionales y procesales muy relevantes para el ejercicio del derecho. En razón de tales cambios, el trabajo de los abogados se ha hecho más complejo, requiriendo de un mayor sentido crítico y capacidades analíticas, además de destrezas argumentativas poco usuales en nuestra realidad jurídica histórica.
Las Escuelas de Derecho han enfrentado dificultades para adaptarse al nuevo escenario y ofrecer programas de enseñanza del derecho adecuados a la nueva realidad, manteniendo de manera generalizada, con algunas excepciones, los esquemas tradicionales de enseñanza. En concordancia con lo anterior, se puede sostener también que los ámbitos de desempeño profesional de los abogados han variado decisivamente en su contenido. Así por ejemplo, si bien los abogados siguen teniendo el rol central de litigantes, es claro que litigar hoy requiere de competencias, capacidades y destrezas completamente nuevas, que por su naturaleza demandan un enfoque distinto al tradicional para ser enseñadas.
Frente a los desafíos previamente reseñados, surge en el año 2017 el proyecto de la carrera de Derecho de la Universidad de Los Lagos, que reunió a un conjunto de profesionales de la región en torno a la discusión de un proyecto innovador y situado en la realidad regional. Este proyecto se materializó en el año 2019, con el ingreso de la primera generación de 65 estudiantes, que cursaron sus estudios iniciales durante un año complejo para el país, logrando en su mayoría finalizar los dos semestres que componen el primer año de estudios.